Introducción
Se suele afirmar que el islam es una “religión de paz”. Sin embargo, cuando se examina directamente el texto coránico sin intermediarios ideológicos, aparecen múltiples mandatos de guerra, segregación, castigo, supremacía religiosa y sumisión forzada. Este texto no se limita a exhortaciones morales; es también un manual político-militar, con aplicación directa en la historia y en el presente.

Versos clave del Corán que promueven la violencia
Sura 9:5 – «Matad a los idólatras dondequiera que los encontréis…»
Sura 9:29 – «Combatid a quienes no creen… hasta que paguen la yizia con sumisión.»
Sura 8:12 – «Infundiré el terror en los corazones de los incrédulos…»
Sura 47:4 – «Cuando os encontréis con los incrédulos, golpeadles en el cuello…»
Sura 5:51 – «No toméis a judíos y cristianos por aliados…»
Estos versículos han sido citados históricamente, y también en el presente, por líderes religiosos, políticos y yihadistas, para justificar violencia, expansión y sometimiento del “otro”.
Ejemplos históricos de aplicación violenta del Corán
Expansión islámica desde el siglo VII
Tras la muerte de Mahoma, el islam se expandió por la fuerza desde Arabia hacia el norte de África, el Medio Oriente, Persia, la India y partes de Europa.
La conquista de la península ibérica en 711 no fue un “intercambio cultural”, sino una invasión militar respaldada por el espíritu expansionista de la yihad (lucha en el camino de Alá).
Las suras 9:5 y 9:29 fueron utilizadas por los califas omeyas y abasíes como fundamentos religiosos para esas campañas.
La yizia: impuesto a no musulmanes
Implementado en todas las regiones conquistadas, los cristianos, judíos o zoroastrianos debían pagar este impuesto para conservar la vida y la práctica religiosa bajo humillación.
Refleja el mandato coránico de la sura 9:29, y convirtió a las minorías en ciudadanos de segunda clase.
Esclavitud legalizada
El Corán regula el trato hacia los esclavos y permite explícitamente su existencia (por ejemplo, en sura 23:5-6).
Durante siglos, las potencias musulmanas comerciaron con esclavos africanos, europeos y asiáticos, siempre con respaldo doctrinal.
Aplicación moderna de los textos violentos
Conflicto en Palestina e Israel
Las facciones islamistas como Hamás justifican su lucha no solo en base a la ocupación territorial, sino mediante la idea coránica de que los judíos son enemigos perpetuos del islam (sura 5:64–66).
Se cita la sura 5:51 como razón para no negociar con Israel ni reconocerlo, considerando toda Palestina como “tierra del islam”.
Conflicto en la India
El subcontinente ha vivido tensiones constantes entre hindúes y musulmanes desde la expansión mogola en el siglo XVI.
Hoy, en regiones como Cachemira, grupos separatistas islámicos usan el discurso de la yihad para justificar atentados y asesinatos contra hindúes.
En 2008, el ataque de Mumbai fue ejecutado por terroristas musulmanes que declararon estar cumpliendo mandatos divinos contra “los infieles”.
Indonesia y la imposición de la sharía
En Aceh (Indonesia), rige la ley islámica (sharía), donde se castiga a las mujeres por adulterio, se prohíben relaciones prematrimoniales y se limita la libertad religiosa.
Aunque Indonesia se presenta como moderada, el islamismo está avanzando, y los textos coránicos son usados como ley civil.
Francia, Bélgica, Alemania: violencia interna
Jóvenes radicalizados en Europa, a menudo formados en mezquitas salafistas, cometen atentados alegando obediencia literal al Corán.
Atentados como el de Bataclan, Niza o Berlín fueron reivindicados como yihad. Sus autores citaron directamente la sura 8:12 y la sura 47:4.
El problema de la negación
Negar estos hechos o “reinterpretar” los textos para hacerlos compatibles con la modernidad no elimina el problema de fondo: una parte significativa del islam —no todo, pero sí una parte influyente— sigue viendo el Corán como mandato político vigente.
Silenciar el lado violento no lo elimina. Solo deja espacio para que lo exploten quienes sí se toman el texto al pie de la letra.
¿Qué hay del islam espiritual?
Sí, existen musulmanes místicos (sufíes), reformistas y críticos que buscan una reinterpretación pacífica. Pero carecen de poder doctrinal, político y militar. Las ramas que imponen la sharía (wahabismo, salafismo, islamismo político) tienen más peso en el mundo islámico actual.
Conclusión
El islam no es solo una religión, sino un sistema total, que incluye derecho, economía, política, moral y guerra. Sus textos no han sido reformados ni superados. Negar que hay un fundamento violento en el Corán es un acto de fe ideológica, no de análisis racional.
El pensamiento crítico exige observar los textos y las consecuencias reales que han tenido y siguen teniendo en el mundo. Si no podemos ver la sombra, jamás podremos transformar la realidad.